La colonoscopia es una prueba diagnóstica en la que se explora el intestino grueso y la última parte del intestino delgado mediante una endoscopia flexible.

Se introduce un tubo flexible a través del ano y se administran analgésicos y sedantes al paciente para una exploración que dura entre 30 y 60 minutos.

Si durante la exploración se encuentran lesiones sospechosas, es frecuente tomar una muestra de estas lesiones, o biopsia, para realizar un diagnóstico anatomopatológico. Si se detectan pólipos, suelen extirparse in situ con un bisturí eléctrico.

Esta prueba es especialmente útil para el diagnóstico de patologías digestivas -como colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, diverticulosis y diverticulitis-, o patologías oncológicas como el cáncer colorrectal.

Permite la visión directa y la obtención de muestras, así como maniobras terapéuticas como la polipectomía (extirpación de pólipos por vía endoscópica)”, explican desde Clínica Universidad de Navarra.

¿Qué preparación requiere la colonoscopia?

Preparación previa a la prueba

Para poder realizar la exploración, es necesaria la limpieza completa del intestino grueso.

Para ello, y tal y como indican los especialistas, el paciente debe cumplir una serie de medidas los días previos y el día antes de la prueba:

  • Tres o cuatro días antes de la prueba: el paciente seguirá una dieta libre de fibra y deberá ingerir un preparado laxante el día previo a la prueba.
  • Para la realización de la prueba: evitará la ingesta de alimentos sólidos y líquidos desde la noche anterior. En caso de que deba tomar alguna medicación, lo hará cuanto antes, ayudándose si es necesario de pequeños sorbos de agua.

Es recomendable que el paciente vaya acompañado ya que, la medicación administrada pueden alterarse los reflejos y la capacidad sensorial (por ejemplo, no se debe conducir tras la prueba).

La preparación del colon debe ser muy buena. “Un colon mal preparado nunca podrá ser valorado adecuadamente, dando lugar a errores y la incomodidad que supone repetir la exploración”, indican.

Tras la prueba, el paciente puede realizar una vida normal, reanudando su actividad habitual y volver a comer con normalidad, tras un primer día de dieta suave.

Si el paciente toma algún tipo de medicación, debe indicarlo al especialista: “En ocasiones, puede demorar la dosis hasta después de la prueba y, si toma ácido acetilsalicílico o antiinflamatorios, debe informar a su médico antes de la realización de la colonoscopia”.

Colonoscopia con cápsula endoscópica

Además de la prueba tradicional, Clínica Universidad de Navarra ofrece a los pacientes la colonoscopia con cápsula, un método ambulatorio y no invasivo para explorar el colon.

“Consiste en la ingestión de una cápsula con dos minicámaras incorporadas que toman imágenes del intestino grueso. La cápsula endoscópica del colon explora el intestino grueso de forma mínimamente invasiva, sin que exista la necesidad de ingresar a los pacientes, ni sedarlos o anestesiarlos, ni tampoco es necesario introducirles ningún tubo o aire ni someterlos a radiación”, explican desde el centro.

La preparación para la prueba es similar a la de la colonoscopia convencional.

Una vez el paciente ha ingerido la cápsula por vía oral, y a diferencia de la colonoscopia tradicional, el paciente puede continuar con su vida normal, mientras la cápsula capta las imágenes a su paso por el intestino. Las imágenes quedan grabadas en el receptor que el paciente lleva incorporado durante ese día.

Tras la expulsión de la cápsula, el paciente lleva el receptor a los servicios médicos, quienes descargarán las imágenes grabadas en un ordenador. Los especialistas de Clínica analizan las imágenes recogidas durante el proceso e indicarán, si es necesario, realizar alguna prueba complementaria o terapéutica.

“A diferencia de la colonoscopia convencional, es una prueba solo diagnóstica y en el curso de la cual no podemos ni tomar biopsias ni realizar procedimientos terapéuticos, extirpar pólipos, hacer dilataciones, etc. Que son técnicas que sí se pueden hacer con la colonoscopia convencional”.

Colonoscopia, una herramienta para la prevención de cáncer de colon

Cada día en España se diagnostican 135 casos de cáncer de colon, es decir, cerca de 41.500 casos al año. Por ello, se convierte en el tipo de tumor con mayor incidencia en España, por delante del cáncer de pulmón y el cáncer de mama.

El cáncer de colon tiene un porcentaje de curación del 90 % si se detecta precozmente. Y “la colonoscopia es la prueba idónea para el diagnóstico precoz”, afirman los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.

Pasados los 50 años, se recomiendan colonoscopias preventivas, una herramienta útil para la prevención y la detección temprana de esta patología, especialmente para aquellos pacientes con síndrome hereditario de cáncer de colon, quienes tienen un 80% más de riesgo de desarrollar este tumor.