El acoso escolar es una realidad social, que puede comenzar como una burla o una amenaza en el patio, pero también acabar con episodios de marginación y violencia física en el colegio. La edad media de los niños que padecen esta situación está entre los 11 y 15 años.
Hoy día con las nuevas tecnologías, el acoso puede comenzar en las aulas, pero saltar a las redes sociales. El cyberbullying es especialmente frecuente en alumnos de 14 años.
Según un informe de UNICEF, 150 millones de niños, la mitad de los estudiantes de 13 a 15 años de todo el mundo, dice haber sufrido algún tipo de violencia de sus compañeros de la escuela o en su entorno. En España, la Fundación ANAR (Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) ha dado a conocer que en España 1 de cada 3 niños, el 32 % de los alumnos, afirman que en su clase se sufren situaciones de acoso escolar.
Bullying: signos de alerta
Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra señalan que algunos de los niños que sufren bullying pueden poseer una dificultad para las relaciones sociales, ansiedad o inseguridad, o dificultad en el desarrollo por tener un cociente intelectual bajo. El ataque se concentra en una víctima que es más sensible y débil.
Por ello, es imprescindible que los padres estén atentos a ciertos cambios en el comportamiento de sus hijos como:
- Empeoramiento del rendimiento escolar.
- Problemas del sueño.
- Falta de energía.
- Síntomas depresivos como tristeza, retraimiento, etc.
- Pérdida de interés por las cosas que le suelen gustar.
- Miedos ante situaciones relacionadas con la escuela o incluso tratar de evitar ir al colegio.
Un niño puede estar sufriendo acoso escolar y no contárselo a sus padres, sobre todo al principio. Por ello, los padres no deben esperar a que los niños hablen del problema, para entonces ya han sufrido todo tipo de vejaciones y humillaciones.
“Si no actuamos a tiempo y el bullying se mantiene durante un periodo prolongado, el niño puede no deshacerse de síntomas como ansiedad o inseguridad. También puede costarle trabajo confiar en sí mismo o en otras personas, incluso en sus amigos. Son determinantes el tiempo en el que se mantiene el ataque y la intensidad”.
¿Qué hacer si nuestro hijo o hija está sufriendo bullying?
Clínica Universidad de Navarra destaca cinco claves de actuación ante el bullying.
- Tomar conciencia de que están ante una situación clínica.
Ha de analizarse qué ha ocurrido, cómo lo ha sentido el niño, y cómo va a influir la situación a la hora de relacionarse consigo mismo, con sus compañeros y otras personas.
- El colegio: pieza clave.
El colegio ha de conocer lo que está ocurriendo. No hay que ponerlo en su conocimiento de forma reivindicativa, sino viendo cómo se puede actuar en su conjunto para proteger al niño. Es fundamental identificar a los agresores, hablar con ellos y proteger a la víctima.
- Acudir a un psicólogo.
Es necesario, ya que las víctimas suelen tener una percepción personal distorsionada, considerándose el más débil, el más tonto… De la clase. La víctima debe abandonar la vergüenza y exponer todos los hechos para que llore sin sentimiento de culpa, y reponerse.
- ¿Cambiar o no de colegio?
El cambio de colegio no siempre resuelve el problema. Lo importante es que el niño se sienta protegido donde esté y poner medidas disciplinarias contra los agresores.
- Educación para prevenir.
Los padres han de enseñar a los hijos que cada persona es diferente, tiene sus características, cualidades, defectos y virtudes distintas.
“Si hay noticias en la prensa sobre bullying, es fundamental que se hable de ello con los niños en casa. Hacerles ver que estas agresiones sin intolerables y que deben aceptar las diferencias de cada persona”.
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