La Universidad de Navarra acogió las jornadas anuales de GIEMSA y AWGE en las que se discutieron las alternativas a la transfusión para el ahorro de sangre, y los últimos avances en este ámbito. Se organizaron por primera vez en Pamplona, de la mano de CUN y del Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Navarra.
Los programas de ahorro de sangre deben ser prioritarios
Las jornadas anuales de GIMESA (Grupo internacional de estudios multidisciplinarios sobre autotransfusión) y AWGE ((Grupo de trabajo sobre Anemia en España) sobre la «Actuación en Anemia y Medicina Transfusional tuvieron como objetivo priorizar el ahorro de sangre. La conclusión de las jornadas fue la necesidad de convertir los programas de ahorro de sangre en actividad prioritaria para un correcto abordaje de todos los aspectos transfusionales del paciente.
El Dr. José Antonio Páramo, codirector del Departamento de Hematología de la Clínica y miembro del comité organizador, explica que “se circunscriben a los tres pilares del ‘Patient Blood Management’ (PBM): optimización de la anemia preoperatoria, manejo hemostático y quirúrgico intraoperatorio y tolerancia a la anemia postoperatoria”.
Esta edición contó con un centenar de especialistas, anestesistas, cirujanos y hematólogos, reunidos para mejorar el conocimiento sobre los riesgos inherentes de la transfusión y alternativas a la misma.
A partir de un trabajo multidisciplinar se busca la implementación de protocolos específicos para la optimización del paciente de cara a la cirugía. “Esto requiere la mejora de la anemia antes de la operación quirúrgica, un cuidadoso manejo de la cirugía evitando en lo posible las pérdidas de sangre y la tolerancia a la anemia, que se traduce en una estrategia restrictiva a la hora de la transfusión con la idea de evitar transfusiones innecesarias”, añade el Dr. Páramo. Son unas medidas, por tanto, con un doble beneficio: mayor seguridad para el paciente y menor coste para la institución.
70 años donando vida
Estas jornadas también sirvieron de homenaje al Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Navarra, que en septiembre celebró el 70 aniversario de su fundación. En 1947 se creó el primer Servicio Permanente de Transfusiones de Sangre de Navarra, y desde entonces no ha dejado de crecer.
En Navarra hacen falta más de 100 donaciones al día para atender a las necesidades hemoterápicas de la Comunidad foral. Una labor que se premió con la entrega de una placa conmemorativa a su actual director, el Dr. José Antonio García Erce.
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