Cada época de exámenes suele ser un periodo de nervios, angustia y ansiedad. Hay alumnos que saben gestionar la presión mejor que otros. Y muchos temen quedarse en blanco o tienen la sensación de que han olvidado lo aprendido.

Junto a estas percepciones, algunos tienen reacciones físicas más concretas, como palpitaciones, sudoración, temblor, sensación de falta de aire, opresión en el pecho… Este es el caso de aquellos alumnos que padecen ansiedad ante los exámenes, que suele afectar más a los alumnos que más estudian y mejor llevan las asignaturas, pero que en el momento del examen pueden llegar a bloquearse y les cuesta recordar lo aprendido.

Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra tienen un decálogo de consejos que ayudan a controlar la temida ansiedad que provocan los exámenes y obtener un mejor resultado tras un periodo de estudio:

  1. Utilizar técnicas de relajación y pensar en cosas positivas.
  2. Alimentarse de forma equilibrada y sana.
  3. Dormir entre 7 y 8 horas diarias para conseguir un descanso reparador.
  4. Planificar el tiempo. Elaborar un calendario con los días de examen de cada materia y las horas que se va a dedicar a cada una. Ser flexibles y tener un margen de días y horas de más por si surgen imprevistos.
  5. Realizar ejercicio físico. El ejercicio ayuda a la memoria y la concentración, y favorece a dormir mejor.
  6. Estudiar en un lugar con ambiente idóneo. Una zona silenciosa, bien ventilada, una silla cómoda, la mesa ordenada, buena iluminación y temperatura adecuada.
  7. Tener cuidado con sustancias como los depresores del sistema nervioso central, analgésicos, estimulantes, inhalantes…
  8. Dejar tiempo para repasar antes del examen y refrescar lo estudiado.
  9. Leer bien las instrucciones del examen y organizarse. Empezar por las preguntas más fáciles y después afrontar las más difíciles y largas. Si no se recuerda la respuesta a una pregunta, seguir con las que se sabe para no perder tiempo y más adelante volver a ella.
  10. Llegar al examen con tiempo y no apresurarse en acabarlo.