La Organización Mundial de la Salud advierte: en el año 2020 la depresión será la principal causa de discapacidad en todo el mundo, sólo superada por las enfermedades cardiovasculares.

La depresión es hoy un problema de salud, con graves repercusiones para el paciente, sus familiares, y la sociedad en general.

La depresión es una enfermedad asociada con un bajo estado de ánimo, sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del pensamiento, del grado de actividad y de la conducta.

Las causas pueden ser diversas: enfermedades somáticas, factores psicosociales, de personalidad… Que dan lugar a una vulnerabilidad individual a padecer depresión.

En muchos casos, se detecta un factor generador de estrés (pérdida de un ser querido, revés profesional, problemas económicos) relacionado con el inicio del cuadro clínico. Pero otras veces no existe dicho elemento y se atribuye más bien a causas endógenas, a factores individuales.

Diagnóstico y tipos de depresión

Clínica Universidad de Navarra valora que debemos sospechar sobre una depresión si los síntomas que se presentan persisten, al menos, dos semanas y la incapacidad que generan afecta al normal funcionamiento de la persona.

En ese caso, debe acudirse a la consulta, dónde se le prescribirá el tratamiento más adecuado, habitualmente compuesto de fármacos y psicoterapia.

Existen distintos tipos de enfermedad depresiva. Las modernas clasificaciones hablan de depresión mayor o episodio depresivo; trastorno depresivo recurrente, distimia, trastorno adaptativo tipo reacción depresiva, para las formas unipolares; y en el caso de las formas bipolares de la enfermedad depresiva se habla del trastorno bipolar episodio depresivo o la ciclotimia. Existen también formas subsindrómicas o depresión menor, o estados sintomáticos, asociados o no a otras enfermedades, que pueden considerarse subdepresivos o predepresivos.

En todos los casos, la enfermedad depresiva es un reto al que buscar solución con el mejor tratamiento disponible.

¿Cómo tratar una depresión?

En casos de depresión resistente se ha demostrado eficaces otros tratamientos como la Terapia electroconvulsiva y, más recientemente, la Estimulación cerebral profunda y la Estimulación magnética transcraneal.

En la mayoría de los casos, el tratamiento con psicofármacos y/o psicoterapia consiguen aliviar parcialmente o en su totalidad los síntomas.

Algunas personas tienen un único episodio depresivo en su vida. Otros tienen varios episodios de depresión, en cuyo caso no solo es importante tratar bien el episodio de enfermedad sino prevenir las recurrencias. La farmacoterapia combinada con psicoterapia aporta también los mejores resultados. Un 15% de los pacientes con depresión evolucionan a la cronicidad.