La resistencia de las bacterias y microorganismos a los antibióticos es una realidad.

Se calcula que cada año mueren ya en el mundo unas 700.000 personas por este fenómeno. En la Unión Europea fallecen 25.000 personas al año y una de cada diez muertes ocurre en España. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el año 2050, más de 10 millones de personas morirán por la resistencia de las bacterias y otros microorganismos a los antibióticos.

¿Qué es la resistencia a los antibióticos?

Los médicos prescriben los antibióticos para que ayuden a nuestro organismo a eliminar las bacterias y microorganismos que no son perjudiciales.

Cuando estas bacterias y microorganismos toman contacto con los antibióticos pueden ser eliminadas o generar distintos mecanismos de resistencia, haciendo que las bacterias muten en respuesta al uso de estos fármacos. Esto último es el problema.

¿Cuáles son las causas de la resistencia a los antibióticos?

Por un lado, los fármacos van perdiendo eficacia y se precisan nuevos. Por otro lado, el diagnóstico erróneo, el uso indiscriminado de antibióticos, o cuando el paciente desobedece la prescripción médica y no completa la pauta indicada, aunque los síntomas hayan desaparecido, son las principales causas que provocan que bacterias y microorganismos se estén convirtiendo en resistentes a este tipo de medicamentos.

Los antibióticos son medicamentos que sólo hay que tomar cuando son prescritos por los médicos, y en las pautas indicadas. No son efectivos frente a virus, por lo que no son útiles frente a gripe o resfriados.

Alerta de la Organización Mundial de la Salud

Un creciente número de infecciones, como la neumonía, tuberculosis, septicemia o gonorrea son cada vez más difíciles de tratar, a veces incluso imposibles, a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia.

La Medicina moderna depende de la eficacia de estos tratamientos. Las infecciones por bacterias multirresistentes generan complicaciones e incluso mortalidad. Por ejemplo, todas las intervenciones quirúrgicas serían de alto riesgo si no fuera por los antibióticos.

La OMS es muy clara: si no se toman medidas urgentes, el mundo se enfrenta a una era post-antibióticos en la que muchas infecciones comunes volverán a ser potencialmente mortales.